EL PUMA SERÁ “LOCAL” EN CALAMA HASTA NUEVO AVISO

Habrá que acostumbrarse. Es raro pensar que Club Deportes Antofagasta tenga que mudarse por no tener cancha pero es la realidad. Los problemas que tiene la Ilustre Municipalidad de Antofagasta en el manejo del Estadio Calvo y Bascuñán se siguen sumando como calillas a un deudor moroso.

A lo acontecido el año pasado en la previa del famoso partido ante Palestino, con la negación total de facilitar el estadio, el Alcalde Jonathan Velásquez se jactó en uno de sus tantos videos en facebook, que luego del Festival Gratuito con el cual se está celebrando nuevo aniversario de la ciudad (144 años), el maltrecho césped de cancha #1 será resembrado. Condicionando al CDA a tener que olvidarse de ser verdaderamente local hasta aproximadamente el mes de abril, fecha en que el fixture no está definido todavía por la ANFP y podría coincidir entre los partidos contra Deportes Temuco (fecha 10) y Santiago Wanderers (fecha 12).

Esto indica que por lo menos las fechas donde se tendrá que recibir a Santiago Morning (fecha 4), Deportes Recoleta (fecha 6) y Deportes Santa Cruz (fecha 8) se jugarán en el Zorros del Desierto de Calama.

 

¿Por qué Calama?

Según nuestro reporteo la decisión de elegir la cancha de Cobreloa obedece algo estrictamente logístico. Se tuvo en mente por razones deportivas el Tierra de Campeones de Iquique, pero cubrir los casi 840 kilómetros (ida/vuelta) en comparación con los 460 kilómetros (ida/vuelta) con Calama, hacen más sentido pensando en el desgaste de los protagonistas. Aunque perfectamente podríamos discutir con la distancia, si jugar en altura favorece más o menos que jugar a nivel del mar.

Otra cancha que se tuvo en mente pero la distancia sumando ambos tramos superan los 1000 kilómetros (1080 km. exactamente), además que la superficie del Luis Valenzuela Hermosilla es sintético. Opciones desechadas automáticamente también por Cobreloa que presentó conformidad por el intercambio de localía, privilegiando lo logístico y ahorrar el desplazamiento a Iquique o Copiapó, a pesar de que en la segunda rueda tendrá que enfrentar entre las fechas 16, 17 y 18, tres paradas consecutivas como visitante. 

 

¿Cómo está el Calvo y Bascuñán?

Tras algunas jornadas del Festival Aniversario, el estado del césped se ve en malas condiciones. De parte de la organización del evento no se han tomado medidas para aminorar el daño que ha provocado que miles de personas pisen la superficie. Como si fuera poco, el estadio quedó sin parlantes porque fueron retirados para este “celebración”.

Se suma a que no hay marcador electrónico y el tema “baños”, que también le provocó al Alcalde Jonathan Velásquez un fuerte “tirón de orejas” por parte de algunas y algunos concejales que no soportaron la explicación que dio al referirse que “de chico me enseñaron a no pedir el baño cuando uno va de visita”. Los baños no se usan porque están en completo estado de abandono y no se han hecho las mantenciones ni limpiezas correspondientes.

Parte de nuestro trabajo periodístico a sido comprobar que de parte de la dirigencia de Club Deportes Antofagasta se han realizado acercamientos por vía formal con cartas a oficinas de partes del Municipio, como también envío de correos electrónicos solicitando reuniones para formalizar y finiquitar cualquier cuenta pendiente existente. La respuesta del Alcalde Jonathan Velásquez ha sido literalmente nula. Simplemente no contesta a nada que tenga que ver con el Puma.

 

¿Cuánto podría demorar la “resiembra?

La empresa Parques Johnson, quien tiene la licitación para la mantención y cuidado de las áreas verdes del Estadio, además de la mantención de la cancha principal donde el Puma debería estar jugando de local, estaría comenzando un proceso de reparación que podría contemplar una resiembra por sectores de la cancha con el uso de una semilla especial que sirve para reparar el pasto dañado. Todo dependerá del estadio de la superficie una vez el Calvo y Bascuñán quede desocupado por la productora a cargo del Festival Aniversario. En caso de ser “reparación” en vez de “resiembra”, estaríamos hablando entre 21 y 30 días para que la cancha vuelva a su estado normal.

 

por Marcelo Cheloi, Periodista EAH